Mujeres que se lanzan a precipicios con sus hijas

Zapato de guagua amarcada. Cuenca, 2016. Calle Sucre y Luis Cordero.
Hoy amanecemos con noticias de aumento de feminicidios, pero también con la noticia de una mujer que en Latacunga se lanzó con su pequeña hija a una quebrada. Hay una cantidad de noticias de mujeres que se lanzan a precipicios con sus hijas y las hipótesis de la policía sobre el hecho no tienen desperdicio, frecuentemente aluden a los más rancios estereotipos de género: celos o venganza; o se presume su inimputabilidad solo en casos de enfermedad mental. Difícil saber los móviles inmediatos. Sin embargo se puede entender que hay una sociedad que no deja muchas opciones para las mujeres y se podría pensar, desde la empatía, que quienes lo hacen están desesperadas, viven violencia, no tienen redes de apoyo y tampoco ven, sin estar presentes, un futuro decente posible para sus hijas. Esta forma de suicidio también debe ser estudiada con sus especificidades.
Siempre recuerdo a mi abuelita con sus historias y su piedad infinita con las mujeres.Tantas historias de mujeres que se ven orilladas a abortar, a abandonar a sus bebés, que los dejan envueltos en canastas en fundas, ella nos decía: ¿cómo habrá estado de desesperada esa pobre mujer?
¿Se puede simplemente señalarlas como asesinas, homicidas o negligentes? ¿Quién habla de los otros abandonos, los que preceden a estos actos? ¿Del abandono de los varones, del estado, de la sociedad?
Hoy venía al trabajo y vi un bebé pequeñito metido en un cajón junto al charol de caramelos de la madre comerciante. Se le veía contento, jugando, cerca de ella, y quizás está más feliz ahí que en cualquier otro lugar. Y con gran facilidad se juzga por negligencia a las mujeres que por necesidad o cosmovisión no se separan de sus hijxs en lugar de exigir que el estado dé todas las facilidades para garantizar políticas de cuidado gratuitas.
"Una mujer de 44 años se precipita al vacío con su hija en Madrid. Se la ha procesado por intento de homicidio". (18 de septiembre de 2019).
"La Policía Nacional reportó un intento de suicidio en el puente del río Chiche, en Quito, la mañana de este miércoles 24 de abril de 2019. En el sitio, una mujer intentó lanzarse junto a su hija de dos años."
"Latacunga: mujer se lanza a quebrada con hija de 3 años. La pequeña murió y la mujer se encuentra en estado crítico. En el barrio rural de las Minas, en Latacunga, el dolor se siente. Quienes viven aquí están consternados tras conocer el trágico desenlace de una niña de 3 años. Según las investigaciones, la madre de la menor se lanzó junto a ella a una quebrada. Esto se transforma en un homicidio culposo".

¿En qué momento una mujer decide terminar con su vida y llevarse consigo a su hija? ¿Homicidio o suicidio? ¿Mató a su hija, o quiso morir con ella? ¿Habrá también querido protegerla de un futuro más nefasto que la muerte? La mujer que sobrevive a este hecho tiene que enfrentar al sistema penal. En fin, duele demasiado. En España, la derecha utiliza el argumento de las "mujeres asesinas" para desvirtuar la necesidad de una ley de violencia contra las mujeres. Incluso afirman que "el 100% de 'filicidas prenatales' son mujeres", estos genios. Y no es cierto, también hay mujeres forzadas a abortar o aquellas que abortan porque sus parejas las patean y arrastran hasta herirlas de esa manera.
Un estudio cualitativo realizado en México sobre el particular, desde una perspectiva de género, de Cristina Palomar Verea y María Eugenia Suárez de Garay, señala lo siguiente:
“La trayectoria individual y única de estas mujeres se inserta en un contexto de elementos compartidos, que son los siguientes: la pobreza, la violencia y la condición inerme frente a las fuerzas de la naturaleza (embarazos, partos, enfermedades, etc.) y de las imposiciones sociales (los discursos de género y sobre la maternidad, los modelos sexistas de relaciones afectivas, la corrupción y el abuso por parte de las autoridades, etc.)”.
Los entretelones de la maternidad. A la luz de las mujeres filicidas.

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